Al iniciar una recarga con tarjeta en el TPV, se realiza una
preautorización bancaria, cuyo importe puede variar (por ejemplo, 20 € o 45 € según el país o el terminal).
Este importe
no se cobra, solo se retiene temporalmente como verificación de fondos. Una vez finalizada la recarga correctamente, se ajusta al importe real consumido y se libera automáticamente la diferencia.
Dependiendo de tu banco, este proceso puede tardar entre 1 y 7 días. Si tienes dudas sobre el estado de la retención, te recomendamos contactar directamente con tu banco.
Si durante la recarga se produce un error — por ejemplo, el cargador se apaga o deja de funcionar—, es posible que el importe quede retenido a pesar de que la carga no se haya completado. En ese caso, la preautorización
también debería liberarse automáticamente.
Si han pasado más de
2 o 3 días laborables en estos casos y el importe sigue retenido, ponte en contacto con nosotros para que podamos revisar la operación: